Julian Assange, fundador de WikiLeaks, ha sido liberado después de años de encarcelamiento y disputas legales. La noticia ha sido confirmada por WikiLeaks, señalando el fin de una larga batalla judicial que incluyó cargos por espionaje y la publicación de documentos clasificados. Assange, que estuvo refugiado en la embajada de Ecuador en Londres desde 2012 hasta 2019, fue arrestado por las autoridades británicas y enfrentó la posibilidad de ser extraditado a Estados Unidos.
Su liberación ha sido recibida con júbilo por defensores de la libertad de prensa y derechos humanos, quienes ven su caso como emblemático en la lucha contra la censura y la protección de los denunciantes. Assange ha sido una figura controvertida, elogiada por su contribución a la transparencia gubernamental, pero también criticada por los métodos utilizados para obtener y difundir información.
Durante su detención, varias organizaciones y figuras públicas abogaron por su liberación, destacando los riesgos para su salud y el impacto en la libertad de prensa a nivel mundial. La decisión de liberarlo marca un punto crucial en el debate sobre los límites de la libertad de expresión y el derecho a la información.
Assange, ahora libre, planea continuar su trabajo y posiblemente dedicarse a causas relacionadas con la libertad de prensa y la protección de los derechos humanos. Su caso seguirá siendo un referente en la discusión global sobre el equilibrio entre seguridad nacional y transparencia.
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