Un reciente estudio del Programa de Conocimiento e Investigación en Personas Mayores (CIPEM) y la Caja de Compensación Los Héroes revela que la Región de Valparaíso experimentará un aumento del 29% en su población mayor en la próxima década, pasando de los actuales 456.159 a 590.469 personas mayores de 60 años para 2034. Este fenómeno, reflejo del envejecimiento poblacional a nivel nacional, coloca a la región ante importantes desafíos pero también ante significativas oportunidades.
El análisis demuestra que, en comparación con 2014, el número de personas mayores ya ha incrementado en un 45%. En particular, la comuna de El Tabo registra la mayor proporción de este grupo etario en la región, con un 33,6%. A nivel país, se destaca un cambio notable en la estructura demográfica en los últimos veinte años, pasando de un 11,6% a un 19,2% de la población compuesta por mayores de 60 años.
El director de CIPEM, Mauricio Apablaza, señala que este cambio es resultado del aumento en la esperanza de vida y la disminución en las tasas de natalidad, lo que ha transformado significativamente la pirámide poblacional de Chile. “La tradicional forma piramidal se ha convertido en un cuadrado, lo que presenta tanto desafíos como oportunidades para reformar políticas públicas, sistemas de salud, pensiones y apoyo social, adaptándolas a las necesidades de un segmento creciente de nuestra sociedad”, explicó Apablaza.
Mirando hacia el futuro, se proyecta que para 2044 la población mayor representará el 28,8% del total nacional, un incremento significativo que demanda una reflexión y acción inmediatas. Ximena Abogabir, vicepresidenta de Travesía 100, subraya la importancia de abordar los estereotipos asociados al envejecimiento y la necesidad de facilitar el acceso al trabajo para las personas mayores. “Estamos ante un cambio demográfico que transformará nuestra sociedad, y es fundamental que tanto el sector público como el privado tomen medidas para convertir estos desafíos en motores de desarrollo económico y social”, indicó.
Esta situación llama a una revisión y adaptación de las estructuras de trabajo, salud y bienestar social, para asegurar que las personas mayores no solo sean vistas como beneficiarias, sino también como contribuyentes activos y valiosos en nuestra sociedad.
