A sus 39 años, Tony Giles, apodado como “Tony El Viajero”, ha sorprendido con su historia. Y es que si bien tener algún tipo de discapacidad física no es un impedimento, sí puede complicar algunas acciones. En su caso, no ha dejado que el ser sordo y ciego le quite las ganas de viajar por todo el mundo.
No puede ver, ni oír de manera óptima, pero este inglés no deja que nada lo detenga. Se podría definir como un hombre corriente, pero claramente para el resto no lo es, pues su espíritu es lo que más llama la atención.
Giles vive en Teingmouth, Inglaterra, y está por cumplir 4 décadas de vida. Su mayor sueño es poder viajar por el mundo, y así lo está haciendo: ya conoce 130 países del globo, y ha publicado dos libros sobre sus aventuras hasta la fecha. Lo más notable, es que también ha elegido países diferentes de los 7 continentes. Aunque hay algunos destinos en los que se ha detenido más tiempo, como es en Estados Unidos, donde ha visitado cada uno de los 52 estados.
Entre su lista de logros, también se destaca por cruzar el círculo polar ártico, pasado por las 10 provincias de Canadá y conoce cada uno de los países de Sudamérica. Sin duda tiene una lista numerosa de anécdotas, en especial el cómo es conocer el mundo con 80% de sordera y sin visión. Algo que muchos considerarían una locura.
¿Qué fue lo que lo impulsó en este camino?
Primero, las historias que escuchó desde niño por su padre. “Mi papá, que estuvo en la marina mercante antes de que yo naciera, me contaba todas sus aventuras de viaje y eso me emocionaba”, reveló Giles en entrevistas. Esto fue lo que lo motivó desde un inicio a viajar.
Por otra parte, siempre pasó tiempo lejos de su familia, por lo que estaba constantemente con la idea de viajar a verlos.
Su primer viaje fue a los 16 años, cuando viajó a Boston con su escuela, donde pudo acercarse a una nueva cultura. “Estaba empezando a descubrir el mundo y distintos lugares a través de mi educación”, y después de eso el deseo de conocer más se instaló en él. Ahí empezó a tener otras oportunidades de recorrer Inglaterra, mientras probaba nuevas comidas e iba a conciertos.
Así comenzó a generar un apetito por la aventura. Al inicio, tenía un amigo que lo acompañaba, pero luego empezó a viajar sólo – es su manera favorita de recorrer el mundo. Su tiempo lo reparte de la siguiente manera: 3 meses al año está en su casa en Inglaterra, y los otros 9 los dedica a su pasión de viajar por el mundo.
Para Tony no es un impedimento el contar con dos condiciones poco comunes. ¿Qué es lo que tiene? Lo aquejan dos extraños padecimientos: Distrofia de Cono y Fotofobia, esto en su visión. En la práctica implica que no tiene los nervios que permiten ver los colores y tiene una extrema sensibilidad a la luz. Puede sentir pero no ver la luz brillante. Cuando era niño podía leer, pero debido a la fotofobia fue perdiendo la capacidad de ver.
A pesar de eso, durante su infancia asistió a un internado especial para niños con discapacidad visual Coventry, la razón por la que vivía lejos de su familia. Acá convivió con chicos que tenían diferentes discapacidades, donde se dio cuenta de que también tenía una sordera parcial. Pero estar rodeado de símiles a él, o personas con otras condiciones, le hizo darse cuenta de que lo que él tenía no era la peor discapacidad de la vida, por lo que se consideró afortunado.
Así fue como aprendió braille, a escribir, a moverse sin impedimento, cruzar calles y subirse a buses y trenes. Por lo que a los 14 años ya podía manejarse sólo en las calles y viajar de una ciudad a otra.
En cuanto a su sordera parcial, ha ido empeorando progresivamente con los años, llegando a un 80 % en totalidad. Si bien tiene audífonos que les ayudan, es inevitable que eventualmente pierda la capacidad de oír.
¿Cuáles su país favorito?
Su país favorito es Nueva Zelanda, dice que la gente es muy amigable y relajada, menos intensa que en otras partes. El clima y naturaleza le recuerdan a su natal Inglaterra, pero “con menos gente”. Además, acá explica que se puede hacer cualquier deporte que te guste, y a él le encantan las actividades que le permitan sentir con su cuerpo, como deportes extremos. Y esa es una de las maneras que tiene de conocer lugares y ganar experiencia.
Al preguntarle por otro de sus favoritos de los 130 países que ya ha visitado también menciona Islandia, por su particular clima y las termas que posee. Dice que sin duda tiene muy buenas experiencias con personas que conoce de los diferentes países, que la gente es muy amable con él y que se ha llevado la mejor impresión en este sentido de los habitantes de Sudamérica.
¿Cuáles son los países más amables para personas con algún tipo de discapacidad? Giles destaca entre estos a los pertenecientes al Reino Unidos, Japón, Alemania, Finlandia y algunas partes de Estados Unidos.
Por supuesto que no podría no haber visitado Chile: “Puerto Williams, Punta Arenas, Puerto Natales y Puerto Montt son maravillosos”, relata Tony. Ha podido conocer el país en tres oportunidades y le gusta mucho, atesorándolo como uno de sus países favoritos. Dice que volvería nuevamente, le parece interesante. También ha pasado por Isla Negra, que destaca como “mágica”, y que le “encanta la gentileza y amabilidad de los chilenos, ¡a pesar de que no puedo entender el español rápido que hablan!”.
