La Región de Antofagasta se enfrenta a un fenómeno preocupante: un aumento notable en las incautaciones de ketamina en los últimos dos años. Según la Fiscalía Regional, la llegada de esta sustancia ha crecido exponencialmente, pasando de 55 kilos incautados en 2023 a 167 kilos en 2024, y ya en el primer semestre de 2025 se reportan 240 kilos, con proyecciones de alcanzar los 500 kilos al finalizar el año. Esta tendencia ha encendido las alarmas en el Ministerio Público, que teme la posible proliferación de grupos delictuales especializados en el tráfico de drogas sintéticas, como la conocida «cocaína rosa», o tusi, que combina ketamina con otras sustancias peligrosas.
El fiscal regional, Juan Castro Bekios, ha señalado que gran parte de la ketamina incautada en Antofagasta proviene de países vecinos como Bolivia y Perú, ingresando al país a través de pasos fronterizos no habilitados. Este anestésico, que se utiliza legítimamente en medicina humana y veterinaria, ha encontrado un nuevo destino en el mercado ilegal, donde su forma de presentación varía entre líquida, en polvo o cápsulas. Estos métodos de consumo han hecho que la ketamina se convierta en una de las drogas sintéticas de mayor crecimiento en el país, con implicaciones graves para la salud pública.
La popularidad del tusi ha crecido en la región y en gran parte de Latinoamérica, a menudo consumido por jóvenes en fiestas y eventos sociales. Sin embargo, la falta de claridad sobre su composición, que puede incluir no solo ketamina sino también MDMA y otros adulterantes, incrementa los riesgos asociados para los usuarios. Castro Bekios advirtió sobre los peligros, enfatizando que este tipo de mezcla no solo es engañoso, sino que también plantea serias amenazas a la salud de quienes deciden consumirlo.
La situación actual ha atraído la atención de carteles de drogas tanto transnacionales como bandas locales, quienes ven en el tráfico de ketamina una oportunidad de negocio lucrativa. Con un margen de ganancia que permite obtener hasta 40 dosis de un solo gramo, esta sustancia ha generado una competencia feroz en el mercado negro. Castro Bekios ha explicado que la lucha por el control de este negocio ha llevado a un aumento en la violencia, con casos de homicidios y secuestros relacionados con el tráfico de ketamina en la región, marcando un alarmante aumento en la actividad criminal.
En respuesta a esta crisis, las autoridades de la región han intensificado sus esfuerzos para combatir el tráfico de este tipo de drogas. La Fiscalía y otras agencias del orden público están en alerta roja, trabajando para desarticular las redes que operan a través de las fronteras. La situación exige, no solo un enfoque en la detención de los traficantes, sino también la implementación de estrategias de prevención y educación para informar a la población sobre los riesgos del consumo de sustancias sintéticas como la ketamina y el tusi, que están poniendo en jaque la salud y la seguridad en Antofagasta.