En un contexto donde las etiquetas sociales cobran mayor relevancia, la marca Pink Chaotic, encabezada por la diseñadora industrial María José Zanabria Alejos, ha resonado con fuerza tras recibir el Premio Liderazgo Femenino en Emprende UTEM. Este galardón es un impulso significativo hacia la innovación en la creación de proyectos estudiantiles, destacando la necesidad de diversificar la moda y fomentar la inclusión. Pink Chaotic propone un diseño de ropa sin género, uniendo personalización con principios de economía circular, algo que se ha vuelto esencial en la actualidad.
El enfoque de Pink Chaotic busca desafiar las normas tradicionales del vestuario, promoviendo una visión inclusiva que celebra la diversidad de identidades de género y cuerpos. Zanabria se manifiesta con claridad: «La ropa no es binaria, es una forma de expresarse y no debe tener limitaciones de ningún tipo». Cada prenda es concebida a través de un diálogo directo entre el cliente y la diseñadora, lo que resulta en piezas únicas que reflejan la personalidad y el estilo de cada individuo. Esta atención personalizada contrasta con los estándares del retail masivo, y ha encontrado un lugar particularmente significativo en la comunidad LGBTIQ+.
La sostenibilidad es un pilar fundamental de la filosofía de Pink Chaotic. Cada prenda es confeccionada bajo principios de upcycling, utilizando textiles recuperados que de otro modo terminarían en la basura. Esta práctica no solo extiende el ciclo de vida de los materiales, sino que también envía un mensaje poderoso sobre la responsabilidad ambiental. Zanabria sostiene que «la moda también puede ser una herramienta para cambiar la forma en que vemos el mundo, respetando tanto a las personas como al planeta». Este enfoque a la moda consciente ha encontrado un eco en los consumidores que buscan alternativas más responsables.
En busca de consolidar su proyecto, Pink Chaotic planea ampliar su alcance a través de un catálogo fijo de productos y una plataforma de venta online. Estas iniciativas permitirán mantener la esencia de atención directa mientras se formaliza la operación para acceder a programas de apoyo al emprendimiento. La marca también tiene un compromiso social al incentivar a sus clientes a devolver prendas usadas a cambio de descuentos, cerrando así el ciclo de producción responsable y promoviendo la economía circular.
La reciente victoria en el concurso Emprende UTEM 2024 no solo resalta el diseño innovador de Pink Chaotic, sino también su impacto social. Zanabria, visiblemente emocionada, expresa que este reconocimiento representa más que un logro personal: «Es un paso adelante para todas las mujeres que buscan liderar desde la creatividad y el cambio social». Con este impulso, Pink Chaotic se posiciona como un actor relevante en la moda local, promoviendo una diversidad esencial y un compromiso ambiental que es cada vez más demandado por la sociedad.