En su ensayo titulado «Política del malestar», la autora Alicia Valdés analiza la confusión y desasosiego que caracteriza a la sociedad actual ante una serie de crisis interconectadas. Este fenómeno, que Valdés denomina ‘polimalestar’, abarca desde crisis ecológicas hasta problemas sociales, políticos y culturales. La autora sostiene que esta pluralidad de crisis ha llevado a un aumento del pesimismo colectivo, lo que dificulta la capacidad de la sociedad para enfrentar los desafíos contemporáneos. La obra se convierte así en un espejo que refleja la incapacidad de la humanidad para hallar soluciones ante problemas que parecen insuperables, fomentando una sensación de impotencia que se ha apoderado del imaginario social.
Valdés, con su enfoque interdisciplinario que combina la politología, el psicoanálisis y la teoría feminista, propone un diagnóstico que evita tanto la superioridad moral de los críticos como la condescendencia hacia los problemas sociales. A través de un análisis profundo, la autora expone cómo las pasiones políticas han moldeado la dinámica del poder en un contexto donde el cinismo y la xenofobia han ido en aumento. Este enfoque crítico permite a los lectores comprender no solo la complejidad de las crisis actuales, sino también el papel que juegan las emociones y pasiones en la configuración de nuestras respuestas a estos desafíos.
Uno de los aspectos más destacados del ensayo es la reflexión sobre los nuevos procesos de exclusión social que han sustituido las antiguas divisiones de clase. Valdés argumenta que estas nuevas divisiones, basadas en la identidad y el resentimiento, están contribuyendo a un clima de polarización y conflicto social. La autora invita a los lectores a cuestionar las narrativas predominantes que a menudo simplifican la complejidad de las luchas contemporáneas, sugiriendo que estas divisiones pueden ser un obstáculo para una verdadera cohesión social y la búsqueda de soluciones efectivas.
A pesar de que las ideas propuestas por Valdés pueden parecer utópicas o poco realistas, el objetivo de su ensayo es conectar los deseos profundos de cambio social que muchas veces se encuentran enterrados bajo la superficialidad del consumismo. La autora sugiere que, para abrir nuevos escenarios de futuro, es fundamental visibilizar estos deseos latentes en la psique colectiva. Al hacerlo, se busca crear un espacio donde la esperanza y la acción transformadora puedan florecer, en contraposición al pesimismo que parece dominar el discurso contemporáneo.
En conclusión, «Política del malestar» se presenta como una obra necesaria en tiempos de incertidumbre. Alicia Valdés no solo diagnostica las crisis que nos afectan, sino que también propone un camino para ‘organizar el pesimismo’ y transformar el descontento en acción. Su enfoque, que fusiona diversas disciplinas y perspectivas, ofrece un marco valioso para entender las complejidades de la sociedad actual, al tiempo que invita a la reflexión y al compromiso en la búsqueda de un futuro más equitativo y esperanzador.