Acerinox ha dado un paso decisivo en su estrategia de expansión en el mercado estadounidense al adquirir Haynes International por 740 millones de euros, una compañía que se especializa en aleaciones especiales, esenciales para la industria aeroespacial. Esta adquisición no solo refuerza la presencia de Acerinox en EE.UU., donde el 70% de su beneficio bruto ya proviene de este mercado, sino que también complementa su oferta tras la absorción de VDM Metals en 2020. A pesar de las buenas perspectivas que se presentan, la cotización de la empresa en el mercado de valores no refleja el potencial real del grupo, lo que ha generado cierta inquietud entre los inversores.
Bernardo Velázquez, consejero delegado de Acerinox, ha manifestado que EE.UU. es el mercado clave en el que la compañía debe estar presente. Con la nueva Administración de Trump, que promete bajos impuestos para los productores locales, Acerinox se encuentra en una posición favorable para aprovechar este entorno económico. La adquisición de Haynes permitirá a la acerera acceder a sectores de alto valor añadido y fortalecer su posicionamiento en el ámbito aeroespacial, un área en la que la demanda de productos especializados está en constante crecimiento.
Con más de 55 años en el sector, Acerinox cuenta con una sólida infraestructura que incluye 15 fábricas en tres continentes. Su división de acero inoxidable tiene cinco plantas, mientras que la de aleaciones de alto rendimiento se beneficia de la reciente compra de Haynes. Este enfoque en la producción de productos de alto valor añadido es una de las claves de la estrategia de Acerinox, que busca adaptarse a las exigencias del mercado y ofrecer a sus clientes una gama amplia y competitiva de productos.
Los analistas del mercado han valorado positivamente la reciente adquisición de Haynes, considerándola un hito clave para Acerinox en 2024. Además, la empresa ha comenzado a deshacerse de activos en mercados más débiles como Asia, lo que le permitirá concentrar sus esfuerzos en regiones donde la demanda es más prometedora. Con resultados financieros sólidos en 2023, Acerinox reportó un beneficio neto de 228 millones de euros y una facturación de 6.608 millones, lo que refuerza la confianza de sus accionistas en el futuro de la compañía.
Sin embargo, a pesar de un buen desempeño en términos de beneficios, la evolución de la acción de Acerinox en el mercado de valores ha sido decepcionante. Su precio ha aumentado solo un 10% en los últimos cinco años, en comparación con un crecimiento del 21,4% del índice general. Esta discrepancia es atribuible a la incertidumbre que rodea a un negocio cíclico como el del acero. Mientras que la empresa se prepara para un futuro que podría ser prometedor en EE.UU., enfrenta desafíos significativos en Europa, donde la competencia y los altos costos energéticos presentan un obstáculo considerable.