La agrupación cultural y artística «Las Dos Hileras», ubicada en Cochrane, Región de Aysén, se ha propuesto una noble misión: rescatar la tradición musical patagónica y utilizarla como una herramienta de transformación social. A través de la enseñanza del acordeón, un instrumento emblemático de la zona, esta escuela busca no solo revitalizar las raíces musicales, sino también brindar a niños, niñas y jóvenes herramientas artísticas que fortalezcan el tejido social en uno de los territorios más alejados y con menos acceso a bienes culturales del país.
El gestor de este innovador proyecto, Danilo Cruces, comparte su visión y las experiencias que inspiraron la creación de «Las Dos Hileras». Desde su infancia, Danilo se involucró activamente en iniciativas que dejaron huella en su vida, como el Club de Deportes Náuticos «Escualos», donde aprendió sobre el valor del deporte, la naturaleza y la construcción de comunidad. Esta vivencia le transmitió la importancia de formar personas integrales, listas para contribuir al desarrollo de sus comunidades, un principio que aplica hoy en su escuela de acordeonistas.
La influencia de la «Fábrica de Gaiteros» en Brasil, dirigida por el reconocido músico Renato Borghetti, también dejó una profunda impresión en Danilo. Esta experiencia le permitió entender que la enseñanza de la música, al igual que otros aprendizajes, es una oportunidad para inculcar valores como la perseverancia, la disciplina y el respeto. Con este bagaje cultural y educativo, decidió replicar el modelo en su tierra, proponiendo no solo la enseñanza del acordeón, sino una metodología que busca el bienestar y desarrollo personal de sus estudiantes.
La escuela «Las Dos Hileras» ha conseguido ser reconocida como Punto de Cultura Comunitario gracias a la colaboración del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Este apoyo ha sido fundamental para ofrecer clases gratuitas de acordeón accesibles a toda la comunidad, lo que ha permitido que la agrupación no solo enseñe música, sino que también contribuya a diversificar la oferta cultural del territorio. La participación de la agrupación en festivales regionales y actividades en sectores rurales destaca su compromiso por llevar la cultura a lugares de difícil acceso.
Mirando hacia el futuro, Danilo Cruces y su equipo tienen grandes planes. Aspiran a formalizar su método de enseñanza y a ampliar su alcance para incluir a más niños y niñas de la región. Además, buscan inspirar a otros proyectos sociales a trabajar en conjunto, promoviendo así el desarrollo cultural y comunitario. «Las Dos Hileras» no solo es una escuela de música; es una plataforma comunitaria destinada a fortalecer la identidad cultural de Aysén y ofrecer oportunidades de crecimiento a las nuevas generaciones.





