Felipe Henríquez, exdirector de Endeavor y destacado emprendedor, dejó una huella imborrable en el mundo de los negocios en Latinoamérica antes de su fallecimiento en Madrid a los 44 años. Su trayectoria incluye una serie de empresas que marcaron un hito en el ecosistema emprendedor. Entre ellas, Café Orígenes, el primer negocio que lanzó y que vendió en 2007, marcando el inicio de una carrera llena de innovaciones. Posteriormente, se unió a Needish como CFO, una firma que evolucionó en Clan Descuento y fue adquirida por Groupon, lo que le abrió las puertas a nuevas oportunidades en el sector tecnológico y comercial. Su visión y liderazgo fueron fundamentales para el crecimiento de estas iniciativas, muchas de las cuales continúan operando exitosamente en la actualidad.
En 2015, Felipe fundó Nazca Ventures, un fondo de capital de riesgo que se convertiría en un referente para emprendedores en la región. Este fondo, que se fusionó más tarde con Mountain Partners, fue pionero en invertir en startups emergentes en un momento en que el financiamiento para emprendedores era escaso. Su enfoque estratégico y su capacidad para identificar proyectos prometedores permitieron que Nazca Ventures se consolidara como un jugador clave en el ecosistema de startups de América Latina. Correa, quien trabajó estrechamente con Felipe, destaca que su apoyo fue crucial para la existencia de Needish, subrayando la importancia que tuvo su inversión en la empresa durante momentos críticos.
El espíritu emprendedor de Henríquez también se reflejó en su decisión de adquirir las operaciones de Groupon en Hispanoamérica en diciembre de 2017. Esta movida audaz incluyó la compra de Groupon Brasil y Peixe Urbano, lo que le permitió expandir su influencia en el mercado. Sin embargo, el impacto de la pandemia fue devastador para sus negocios, llevando a una caída inesperada que puso a prueba su resiliencia. A pesar de esos desafíos, Felipe siempre mantuvo una actitud positiva y buscó nuevas formas de innovar, convencido de que cada revés era una oportunidad para aprender y crecer.
Los que conocieron a Felipe lo describen como una persona soñadora, a menudo tímido, pero con una visión extraordinaria. José Manuel Correa recuerda cómo Felipe podía llevar a sus interlocutores a pensar en grande, desafiando los límites de lo posible. «¿Cómo hacemos que esto llegue a Tokio, a Singapur?» era una de sus preguntas recurrentes durante las presentaciones. Aunque su ambición a veces lo llevó a decisiones arriesgadas que no siempre resultaron exitosas, su disposición para ayudar a otros emprendedores y su pasión por el crecimiento colectivo fueron características que lo definieron a lo largo de su vida.
En sus últimos días, Felipe disfrutó de momentos significativos con su familia y amigos, incluyendo una memorable visita al Santiago Bernabéu para ver al Real Madrid con uno de sus hijos. Además, tenía planes ambiciosos de fusionar Deportes Valdivia con equipos de fútbol en España, lo que demuestra su inquebrantable espíritu emprendedor y su amor por el deporte. La última cena que compartió con sus colegas de Endeavor fue un emotivo adiós, donde sus contribuciones y su legado fueron celebrados. Felipe Henríquez no solo fue un empresario exitoso, sino también un mentor que inspiró a muchos a perseguir sus sueños y a nunca dejar de soñar en grande.