Desde hace un tiempo que escuchamos que si se produce una Tercera Guerra Mundial, esta sería por el agua. El escenario es tan alarmante, que la ONU estima que para el año 2030, al menos la mitad de la población mundial podría enfrentar escasez.
En muchísimos lugares del mundo, esto ya se ha convertido en un problema para las autoridades y para los ciudadanos, que deben arreglárselas para vivir con una cantidad mínima agua, mientras que en otras partes osan a desperdiciarla.
Sin embargo, la Tierra cuenta con un gran tesoro natural que posee mucho de este valioso recurso vital que, hasta el momento, nadie ha tocado: la Antártica. ¿Podría ser realmente una solución? ¿Ya se está considerando? ¿Qué dicen los tratados internacionales?
¿Qué otras soluciones se plantean? Encontremos algunas respuestas.
Una de las soluciones que planteó Nick Sloane (el profesional de rescate que ayudó a arrastrar al crucero Costa Concordia fuera del Mediterráneo) para abastecer la ciudad del Cabo en Sudáfrica, era envolver icebergs de la Antártica en una tela especial que evita que se derritan y llevarlos en barcos hasta la costa oeste de África austral. Aunque parece ser una idea loca es realmente esperanzadora, pero muy costosa.
Esta idea se ha planteado en otros lugares como los Emiratos Árabes, donde una empresa asegura que se ha considerado e incluso lo han llamado Proyecto Iceberg. La idea central es trasladar alguno de estos inmensos bloques de hielo desde la Antártica hasta la península Arábiga donde finalmente piensan descomponerlo y utilizarlo como agua potable para los habitantes.
Se calcula que un iceberg grande promedio, tiene la cantidad de agua suficiente para cubrir el consumo (consciente) de un millón de personas durante unos cinco años.
La fase piloto del proyecto tiene previsto comenzar el segundo semestre del año 2019 y se llevará a cabo en la costa de Perth (Australia) o en la costa de Ciudad del Cabo. Si todo resulta como se espera, estarían trasladando el primer iceberg a Emiratos Árabes para el primer trimestre del año 2020.
Algunas consideraciones
La compañía ha asegurado que llevar a cabo esta idea es sumamente posible y que ya están trabajando en el desarrollo de una tecnología que les permita evitar que el iceberg se derrita en el trayecto.
Sin embargo, han aparecido advertencias de expertos que especulan que el proceso además de ser costoso es riesgoso y tiene consecuencias medioambientales negativas, como puede ser la disminución de la temperatura en las aguas costeras donde esté el iceberg, lo que afectaría a la flora y fauna marina del lugar.
También hay quienes tienen sus dudas sobre el proyecto, el año pasado el Ministerio de Energía de Emiratos Árabes, dijo que solo se trataba de rumores y el Huffington Post, aseguró en un artículo que es “difícil confiar en una compañía que cree que los osos polares viven en la Antártica y se juntan con pingüinos”, pues en el vídeo explicativo aparecen tiernos osos antárticos.
Indiferentemente de si el proyecto es real o no, la alternativa de trasladar icebergs a las costas ya tiene muchos años de haberse planteado, así que ideas como estas, probablemente tomarán fuerza a partir de ahora, pero deben tomarse con mucha precaución.