El economista y académico de la Universidad de California (UCLA), Sebastián Edwards, ha dejado atónitos a los presentes en un reciente conversatorio organizado por AFP Habitat, donde ofreció un pronóstico audaz sobre las próximas elecciones de 2029. Según consignó el Diario La Cuarta, el académico vaticinó que la segunda vuelta se definirá entre el actual presidente Gabriel Boric y el político José Antonio Parisi, aventurando que este último se alzaría con la victoria. Esta afirmación de Edwards tiene un respaldo porcentual del 55% en cuanto a su probabilidad, evidenciando la incertidumbre y la polarización que se vislumbra en el escenario político chileno.
La inquietante predicción de Edwards coincide con los comentarios del periodista y analista político Ascanio Cavallo, quien alertó que, a pesar de que el conglomerado gubernamental actual podría ganar más elecciones, el clima electoral podría llevarlo a un gobierno de solo cuatro años. Ambos expertos coinciden en que el ambiente político está cambiando y que el electorado podría articular un rechazo hacia los actores en el poder, lo cual generaría una situación de inestabilidad en el futuro cercano.
Edwards también analizó la posible administración de José Antonio Kast, sugiriendo que de triunfar en la segunda vuelta, su gestión podría estar marcada por dificultades significativas. “Los primeros 100 días perdidos” sería una crítica contundente, afirmando que Kast no contaría con la mayoría legislativa como esperaba. Este hecho, sumado a la falta de habilidades en negociación exhibida por el candidato de la derecha, podría generar un estancamiento en la gestión gubernamental, lo cual a su juicio, conducirá a un escenario de desencanto social.
El economista añadió que, ante un gobierno sin apoyo en el Congreso, las promesas electorales de cambios y reformas podrían quedar en el aire. “Lo que veo son cuatro años en que vamos a seguir entrabados, estancados”, continuó, refiriéndose a la economía y la política, y sugiriendo que la incapacidad de avanzar podría resultar en convulsiones sociales. Estas declaraciones, en el contexto de un año electoral, reflejan un clima de tensión y desconfianza en la capacidad de los actores políticos para generar el cambio esperado por la ciudadanía.
La advertencia de Sebastián Edwards no solo plantea interrogantes sobre el futuro político de Chile, sino que también destaca la creciente polarización y las divisiones en el electorado. La posibilidad de una segunda vuelta entre Boric y Parisi en 2029 se presenta no solo como un escenario probable, sino como un reflejo de las dinámicas cambiantes en el país. Este contexto electoral, caracterizado por la incertidumbre y la posible decepción de los ciudadanos, establece un claro desafío para los políticos que buscan conectar con una resistencia social que ha estado latente en los últimos años.





