Souleymane Cissé, reconocido como el primer cineasta africano negro en recibir un galardón en el Festival de Cannes, falleció el 19 de febrero de 2024 a los 84 años en su ciudad natal de Bamako, Malí. La noticia de su muerte ha sacudido el mundo del cine, ya que Cissé no solo fue un pionero en la industria cinematográfica africana, sino también un valiente narrador que utilizó su arte para abordar cuestiones sociales y políticas de gran relevancia. Su deceso se produce en un momento significativo, justo antes de que estuviera programado para presidir el jurado de la 29ª edición del Festival Panafricano de Cine y Televisión de Uagadugú (FESPACO), un evento que celebra el cine africano y su rica diversidad cultural.
Nacido el 21 de abril de 1940 en Bamako, Souleymane Cissé mostró interés por el cine desde joven, lo que lo llevó a estudiar en el Instituto Gerasimov de Cinematografía en Moscú. Regresó a Malí en 1970, coincidiendo con la independencia del país, y comenzó su carrera en el Ministerio de Información. Su primer mediometraje, ‘Cinq jours d’une vie’, marcó el inicio de una trayectoria cinematográfica comprometida, en la que exploró las realidades de la vida cotidiana en Malí y las luchas de su pueblo. A lo largo de su carrera, Cissé se enfrentó a la censura y la represión, pero nunca dejó de contar historias que reflejaban la esencia de su cultura.
En 1975, Cissé dirigió su primer largometraje, ‘Den muso’, una historia que trata sobre la violación y el estigma asociado a la violencia sexual. La película fue prohibida por el gobierno maliense, lo que resultó en su arresto. A pesar de estos desafíos, Cissé continuó produciendo obras que resonaban con la experiencia africana. Su película ‘Baara’, estrenada en 1978, ganó el prestigioso premio Étalon de Yennenga en el FESPACO, consolidando su reputación como un cineasta audaz y visionario. Sin embargo, fue su obra maestra ‘Yeelen’ en 1987, que exploró la relación entre un padre y su hijo en un contexto de magia y tradición africana, la que le otorgó reconocimiento internacional y el Premio del Jurado en Cannes.
A lo largo de su carrera, Souleymane Cissé se destacó por su compromiso con la representación auténtica de las historias africanas, desafiando las narrativas externas y estereotipadas. En sus propias palabras, su obra ‘Yeelen’ fue creada en parte como una respuesta a las películas etnográficas europeas que a menudo distorsionaban la realidad africana. Su legado no solo se limita a sus películas, sino también a su papel como presidente de la Unión de Creadores y Empresarios de Cine y Artes Audiovisuales de África Occidental (UCECAO), donde trabajó incansablemente para promover el cine en el continente y apoyar a nuevos talentos.
La muerte de Souleymane Cissé ha generado un profundo dolor en la comunidad cinematográfica y cultural de África y más allá. Líderes como Moussa Faki Mahamat, presidente de la Comisión de la Unión Africana, han expresado su respeto y admiración por su contribución al cine y su impacto en la cultura africana. Cissé deja un legado imborrable, cuya influencia perdurará a través de sus películas y el mensaje que transmitieron. En reconocimiento a su extraordinaria carrera, el Festival de Cine Africano de Tarifa (FCAT) rendirá un homenaje especial a este gran cineasta en su próxima edición, asegurando que su obra continúe siendo apreciada por futuras generaciones.