El mercado laboral continúa mostrando signos de debilitamiento, según las cifras más recientes proporcionadas por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). En el trimestre móvil terminado en mayo, se ha observado un incremento del empleo total de solo un 0,2% en comparación a hace un año, marcando así el crecimiento más bajo en los últimos cuatro años. Este estancamiento en la creación de trabajos es alarmante, especialmente considerando que el total neto de puestos de trabajo creados apenas alcanzó a 14 mil personas, la cifra más baja de las últimas décadas, excluyendo los efectos derivados de la pandemia.
La tasa de desempleo refleja esta situación crítica, escalando a un 8,9%, lo que representa un incremento de 6 décimas en relación al mismo mes del año anterior. Este incremento en el desempleo es un claro indicador de la prolongada crisis que ha afectado al mercado laboral en los últimos años. La Cámara de Comercio de Santiago (CCS) ha emitido múltiples alertas sobre las consecuencias de las nuevas normativas laborales que, al aumentar los costos laborales, han afectado drásticamente la capacidad de las empresas para generar nuevos empleos.
Entre las normativas que han contribuido a esta crisis se encuentran las alzas del salario mínimo y la reducción de la jornada laboral. La CCS advierte que estas medidas, conjuntamente con el reciente aumento de siete puntos en las cotizaciones previsionales que deben pagar los empleadores, han generado un efecto negativo en el tejido empresarial. Además, se mantiene el riesgo de la implementación de un proyecto de negociación ramal, junto a otras 20 iniciativas laborales que actualmente están en trámite legislativo, lo que añade incertidumbre al panorama laboral.
Este cúmulo de cambios regulatorios ha provocado un evidente desacople entre la actividad económica y la generación de empleo. Históricamente, estas dos variables han mantenido una relación estrecha, pero desde la post-pandemia, se ha evidenciado que esta correlación se ha debilitado considerablemente. Las proyecciones de la CCS indican que, con base en los patrones históricos del país, debería haber entre 300 y 500 mil ocupados adicionales en la economía, lo que pone de manifiesto la necesidad urgente de abordar las disfuncionalidades del mercado laboral.
En resumen, el deterioro del mercado laboral requiere atención inmediata por parte de las autoridades y decisores políticos. Las cifras recientes no solo reflejan una crisis de empleo, sino que también indican un camino incierto para el futuro económico del país. La CCS continúa instando a un análisis más crítico de las políticas laborales vigentes, con el fin de evitar que se consolide esta situación de emergencia que tantos desafíos representa para la estabilidad y recuperación económica en el país.