El presidente nacional del gremio de la construcción, Alfredo Echavarría, hizo un llamado urgente para aumentar las inversiones en el sector, enfatizando la necesidad imperiosa de recuperar los empleos perdidos en los últimos años. Durante la presentación del informe Macroeconomía y Construcción 68 (MACh), Echavarría subrayó que, a pesar de que las proyecciones de inversión en construcción para 2025 presentan una mejora, el sector inmobiliario aún enfrenta serios desafíos. En mayo, la pérdida de empleos en la construcción alcanzó una caída del 3,5%, lo que mantiene una brecha potencial de 181.000 empleos que podrían recuperarse si se reactiva la actividad inmobiliaria. Echavarría instó a todos los actores involucrados a colaborar para reactivar este vital sector económico.
Las proyecciones de inversión para la construcción en 2025 prevén un crecimiento entre el 3,0% y el 5,0%, siendo el segmento de infraestructura quien lidera este avance. Se estima un crecimiento del 5% en la inversión en infraestructura, particularmente en la infraestructura productiva, que podría crecer hasta un 7,6%. Los avances en la ejecución presupuestaria del Ministerio de Obras Públicas son alentadores, ya que más del 90% de su presupuesto está ya identificado. Sin embargo, la inversión en vivienda privada sigue estancada, lo que deja a este sector en una situación crítica. La Cámara Chilena de la Construcción resaltó la paradoja de una inversión anunciada que coexiste con una realidad de crisis en la vivienda.
La actualización del Catastro de la CBC indica un panorama más optimista para la inversión en infraestructura productiva, proyectándose que alcanzará los 16.874 millones de dólares en 2025, un incremento significativo desde el año anterior. Esto representa un Reflejo de una mayor actividad en los sectores minero y energético, vitales para la economía chilena. A pesar de estas proyecciones positivas, Echavarría advirtió sobre los posibles riesgos asociados a la ‘permisología’, alertando que la modernización de los procesos de permisos y la tramitación ambiental son fundamentales para aprovechar estas oportunidades de inversión y crecimiento. Además, se identificaron tensiones comerciales que podrían impactar en los costos y la competitividad del sector.
En el sector de vivienda, las proyecciones para 2025 muestran una ligera mejora en la contratación y ventas de vivienda privada, aunque siguen siendo afectadas por el contexto económico. Se espera que el año cierre con una recuperación moderada en las ventas nacionales e incluso en Santiago, mientras que el sector público sigue apuntando a construir viviendas para la población vulnerable. Con un crecimiento de la inversión en vivienda pública de un 5,7%, el gremio de la construcción confía en que las nuevas políticas de subsidios a la tasa de los créditos hipotecarios estimularán la demanda, lo que podría brindar un respiro al sector privado que ha enfrentado una tendencia a la baja en los últimos años.
En el marco de la crisis del sector inmobiliario, mayo de 2025 marcó un nuevo récord negativo en la superficie autorizada para edificaciones, registrando solo 3.305 miles de M2, lo que representa una caída significativa en comparación con 2024. Este dato es alarmante, dado que el año anterior ya había padecido niveles muy bajos de actividad. La necesidad de revisar y agendar la implementación de la nueva ley de permisos sectoriales se vuelve más crucial, mientras el sector enfrenta una reestructuración que podría determinar su recuperación a corto y mediano plazo. Algunos expertos sugieren que este estancamiento reflejaría la falta de confianza en la economía, así como la incertidumbre en las condiciones del mercado laboral, aspectos que serán determinantes para el futuro inmediato de la construcción en el país.





