Con el pasar de los años, cada vez se han hecho más necesarias nuevas ideas que aporten al desarrollo de negocios y nuevos empleos, pero que vayan de la mano con la innovación y el medioambiente. Tres empresas chilenas han detectado distintas necesidades que han sabido explotar cuidando en todo momento el tener un sello verde al momento de actuar.
Según lo establecido por la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, Chile se está convirtiendo poco a poco en uno de los pioneros en la transformación de energías limpias. El desarrollo de nuevos combustibles como el hidrógeno verde, es el camino de la innovación que nuestro país seguirá para convertirse en una nación amigable con el medioambiente.
No obstante, a esto también se le suma que cada vez más han aparecido empresas con ideas de negocios innovadoras, pero con un tinte especial: el desarrollo sustentable. En ese sentido, destacan tres empresas con rubros totalmente distintos, pero que cumplen el mismo objetivo de mantener una buena relación con nuestro entorno.
Bawi Chile, ha visto una oportunidad en la elaboración de bombillas ecológicas. Ecofibra, encontró un nicho especial con la reutilización de residuos textiles. Por su parte, Enertak, ha contribuido con la importación de equipos maceradores capaces de eliminar chatas hospitalarias sin dejar rastros en el medio ambiente.
Enertak, innovación en soluciones sanitarias hospitalarias y ecológicas
Quizás para muchos no resulte familiar el concepto de chata desechable o riñón desechable. Estos son elementos de salud capaces de recibir todo tipo de deposiciones humanas, especialmente la de los pacientes que se encuentran postradas.
En esa línea, la empresa chilena Enertak, importa estas chatas desechables, pero a la vez, participa en el proceso de eliminación de éstas y los residuos que tengan dentro gracias a sus equipos maceradores: “Estos funcionan como lavadoras. El personal de salud ingresa la chata desechable a la máquina y esta en solo dos minutos la elimina con agua. Todo lo que resulta va al alcantarillado. Sin dudas una gran innovación para el rubro”, afirma Mauricio Guerra, socio fundador de la compañía.
Beneficios de los implementos
Esto es posible debido a que las chatas, patos urinarios, riñones, bacinicas, entre otros utensilios desechables, están hechos de pulpa de papel reciclado, el cual al tener contacto con el agua se elimina en solo dos meses de forma natural, a diferencia de lo que sucede con chatas plásticas.
Esta solución ecológica no solo ha sido capaz de ayudar al medioambiente, sino que también, al personal de salud y pacientes. Con el uso de estas chatas pueden prevenir infecciones y contagios de virus como lo es el covid-19. Según señalan desde Enertak, una chata reutilizable mal lavada puede significar un gran foco de enfermedades en hospitales y clínicas.
Una idea que nació en Vietnam
Uno de los problemas más frecuentes en las cadenas de comida, son los desechos que se originan. Especialemente, los elementos utilizados por los clientes para comer. Las grandes cadenas de comida rápida utilizan utensilios de plástico, como lo son las bombillas o sorbetes.
Estos elementos se han vuelto un problema. El motivo es que no son biodegradables a corto plazo, ya que pueden demoran más de 400 años en desaparecer del medio ambiente. Una solución a ese problema es la que encontraron Paula Alvear y Cristina Cornejo en Vietnam.
Algunos aportes
Con la ayuda de la Cámara de Comercio de Santiago, viajaron a ese remoto país con el fin de llegar al pequeño pueblo de Long An. Allí se desarrollan una serie de productos a base Lepironia, como platos, bandejas y bombillas, que son las que finalmente trajeron a nuestro país.
La gracia de estos objetos importados por Bawi Chile, es que las propiedades de ese vegetal vietnamita es que es 100 % compostable al estar hecho con un elemento natural. Hoy en día, son varias cadenas y restoranes que ya trabajan con esta empresa.
El chileno sustentable de 2020
Durante el pasado mes de diciembre, se dieron a conocer los Premios Natida “Chileno del Año”, en donde en la categoría Sustentable, resultó ganador Franklin Zepeda, que con su empresa Ecofibra revolucionó el mercado de una manera ecológica.
La empresa surgió como solución a uno de los grandes problemas que existía en Tarapacá, en donde se acumulaban toneladas de ropa en vertederos ilegales de basura. Fue allí en donde Franklin se le ocurrió convertir todos esos residuos textiles en unos modernos paneles de aislación térmica. Se caracterizan por ser un 70 % más baratos que los otros que hay en el mercado.
Sus ventajas
Dentro de las propiedades que tienen estos paneles ecológicos, aparte de la innovación como tal, es que no son inflamables. Estos paneles son impermeables. Además, tienen grandes propiedades aislantes de ruido y temperatura, lo que los convierte en soluciones más ecológicas que la fibra de vidrio o el plumavit.
Hasta ahora, la empresa que funciona en un galpón de 500 metros cuadrados ha recibido grandes cantidades de ropa desechada. Lo máximo que han recibido de carga máxima en un día han sido 15 toneladas. No deja de impactar.
