Existe la idea errónea de que la sostenibilidad es un mal negocio. Esto simplemente no es así.
Un estudio de IBM de 2020 reveló que casi el 80% de los consumidores dicen que la sostenibilidad es importante para ellos. También sabemos que un segmento considerable de consumidores pagará más si sabe que los bienes y servicios se suministran de forma sostenible.
La sostenibilidad no es un mal negocio, es un buen negocio. Como dijo la primera ministra de Noruega, Erna Solberg, al ex presidente Trump cuando se reunieron en enero de 2018, ¡lo verde es un buen negocio! Adoptar la energía limpia y otras iniciativas sostenibles también será fundamental para la recuperación financiera mundial. Además, el Green Deal europeo y otras políticas similares que afectan a las empresas estadounidenses pueden hacer que la sostenibilidad sea pronto menos una opción que una necesidad.
Entonces, ¿cómo hacer que las prácticas sostenibles funcionen para su organización? ¿Dónde debe asignar sus recursos para lograr el máximo rendimiento de la inversión sostenible?
Estas preguntas son especialmente apremiantes para las nuevas empresas, que suelen tener poco margen de error. Crear una base de clientes fieles hoy en día significa operar de forma sostenible, pero las opciones sostenibles suelen ser más caras que las alternativas.
Al ayudar a las nuevas empresas noruegas a encontrar su camino, hemos visto de primera mano lo que se necesita para establecer marcos sostenibles de una manera que tenga sentido financiero. He aquí algunas de nuestras conclusiones más duraderas:
Aprovechar las ventajas fiscales y la evolución de la política
Está claro que la sostenibilidad vuelve a ser una prioridad para los legisladores estadounidenses. Los gobiernos europeos están mostrando un apoyo similar a las organizaciones que quieren ser ecológicas. La política europea tiende a establecer objetivos, seguidos de inversiones y/u otros incentivos financieros para impulsar al mercado privado a alcanzar esos objetivos.
Una de las ventajas de los legisladores favorables a la sostenibilidad son las políticas que facilitan, tanto desde el punto de vista financiero como de otro tipo, la aplicación de prácticas sostenibles. La política inminente en Estados Unidos hará más costoso para las organizaciones contaminar y apunta específicamente a la producción y uso de combustibles fósiles. La Administración Biden ha anunciado su intención de modernizar los edificios, incentivar el transporte limpio, actualizar las infraestructuras y crear empleos sostenibles. Esto incluye casi 110 millones de dólares de financiación inmediata para iniciativas sostenibles.
Estas iniciativas casi siempre vienen acompañadas de créditos fiscales y otros incentivos a nivel de organización. Esto supone una oportunidad inmejorable para poner en marcha operaciones sostenibles a largo plazo con la ayuda financiera de los responsables políticos.
Como señala Deloitte, los incentivos financieros han permitido que la capacidad renovable supere a la generación de combustibles fósiles en Estados Unidos desde 2013. El ritmo de adopción de las renovables debería seguir acelerándose rápidamente, y los legisladores son los que marcan el paso.
Busque políticas y programas en constante evolución para catalizar la adopción de la sostenibilidad a largo plazo por parte de su organización.
Fomente (y minimice el coste) de la sostenibilidad mediante la colaboración
¿Sabe su organización dónde puede mirar para determinar cuáles son esas mejores prácticas o cómo están cambiando? ¿Cuenta con aliados de confianza (instituciones académicas, organizaciones privadas, ONG y otros socios valiosos) con los que pueda compartir datos y experiencias en materia de sostenibilidad?
La colaboración es fundamental para la sostenibilidad tanto a nivel micro como macroeconómico y tanto en el sector público como en el privado. El Ministerio de Clima y Medio Ambiente de Noruega y la Agencia de Protección Ambiental de California se han asociado para perseguir el objetivo común de “construir una economía moderna de bajas emisiones”. Microsoft se ha asociado con el Instituto Earthwatch para mejorar la comprensión del cambio climático por parte de sus empleados.
Considere cómo su organización puede aprovechar este tipo de asociaciones en su beneficio. McKinsey señala que sus asociaciones de colaboración deben beneficiar a su organización de algún modo: ambiental, social, financiero o de otro tipo. Es esencial que las organizaciones asociadas tengan objetivos compartidos y que todos los socios sepan exactamente cuáles son esos objetivos.
Por ejemplo, su organización puede financiar a una institución académica que investigue sobre prácticas sostenibles. Esas prácticas pueden, en última instancia, proporcionar un medio más rentable y eficaz de hacer negocios. Su organización también puede optar por dar publicidad al proyecto de investigación, atrayendo a más inversores y aumentando la eficacia de la asociación. En este escenario, todas las partes se benefician de una o varias maneras.
La colaboración sostenible puede incluir, o incluso limitarse, a algo tan sencillo como compartir información. Esto puede costar poco o nada a cualquiera de las partes, pero puede aportar beneficios sustanciales. Este tipo de asociaciones pueden reducir el coste de la investigación, maximizar sus inversiones y ayudarle a alcanzar la máxima sostenibilidad.
Adoptar un enfoque sistémico de la inversión sostenible
Para que sus organizaciones sean realmente sostenibles, los líderes deben comprender la naturaleza simbiótica de la sostenibilidad.
Las Naciones Unidas enumeran 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible interrelacionados. Adoptar un enfoque sistémico de la sostenibilidad significa considerar cómo cada uno de estos objetivos influye en los demás y cómo se puede avanzar en los 17 objetivos sin comprometer ninguno.
Las organizaciones que son nuevas en materia de sostenibilidad pueden sentirse abrumadas por un enfoque tan polifacético. Sin embargo, las métricas tangibles tipificadas por los marcos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) están ayudando a las organizaciones a asignar sus inversiones en sostenibilidad de manera más eficiente y con una intención clara.
Al entender lo que significan estas métricas, cómo le va a su organización según su medida y cómo mejorar su posición en materia de ASG, puede formar un enfoque de la sostenibilidad basado en datos.
La colaboración directa e indirecta puede ayudarle a comprender mejor y mejorar sus métricas ASG. Ver cómo otras empresas promueven la diversidad, limpian sus prácticas medioambientales y adoptan otras medidas para cumplir con los marcos ASG específicos del sector puede servir de guía para su organización.
Recuerde que su organización no está sola en su misión de lograr operaciones más sostenibles y rentables. Walmart está ahorrando al menos 5 millones de dólares al año mediante el abastecimiento de energía renovable. Harvard Business Review ha identificado más de 1.000 empresas de entre 25 y 5.000 millones de dólares que han mejorado sus resultados gracias a un enfoque sistémico de la sostenibilidad.
La sostenibilidad es un buen negocio. Colabore, emule e innove utilizando los marcos ESG y su organización podrá llegar a ser rentable y sostenible.
