Los emprendedores de fintech se enfrentan a muchos retos, incluso desde el inicio de sus negocios en ciernes. El término “fintech” se remonta a principios de los años 90, pero su popularidad ha aumentado en la última década a medida que los reguladores, los consumidores y los inversores se unen a la fiesta.
El sector, bastante nuevo, ofrece maravillosas oportunidades y los que se abren paso cosechan los beneficios, sólo hay que estar preparado para bailar un poco en ese camino hacia el éxito.
Cuando uno es empresario hay una frase que le viene a la mente a diario: ¿Soy un unicornio?
Es una pregunta importante porque para que un negocio tenga éxito, y el empresario que está detrás de él, necesitan no ser como los demás. Tienen que ser algo diferente, hacer algo único y ofrecer algo nuevo o mejor que lo que hay ahí fuera.
Aunque puede haber tiempos difíciles por delante para un aspirante a líder de las tecnologías financieras, también hay mentores y líderes de éxito del sector que han aprendido por el camino. He aquí tres mantras que todo emprendedor fintech debería seguir.
Leer un libro al día
De acuerdo, puede que no sea físicamente posible leer un libro al día mientras se lanza un imperio de tecnología financiera. Sin embargo, la lectura es la clave para aprender no sólo sobre el sector, cómo tener éxito y otras empresas, sino para aprender más sobre lo que inspira, empuja los límites e impulsa el crecimiento personal. Lee siempre.
Dedícate a trabajar
Esto parece obvio, pero hay que repetirlo una y otra vez. El trabajo duro tiene su recompensa, aunque no sea fácil. Vuelve cada día y esfuérzate porque hacerlo de forma constante es lo que lleva a los resultados. Cualquier emprendedor de tecnología financiera dirá lo mismo y mostrará el resultado de su duro trabajo en el lugar donde se encuentra hoy.
Ser apasionado y tener un propósito
Es importante que te apasione lo que haces porque esa pasión inspira una dedicación y un enfoque en el trabajo. Tener un propósito es igual de crítico. Todo emprendedor comienza su viaje con algún tipo de propósito o razón para emprender esta aventura empresarial. A veces, el mero hecho de utilizar los conocimientos adquiridos en el camino para enseñar y ayudar a otros a crecer es todo el propósito que se necesita para continuar hacia el éxito.
El viaje de la iniciativa empresarial no es para los débiles de corazón, pero las lecciones aprendidas y las experiencias acumuladas impulsan el crecimiento permitiéndote alcanzar tu mayor potencial, e incluso muy posiblemente convertirte en un unicornio.
