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William Hunt, ‘El Gran Farini’: a pie por el Kalahari

William Hunt, ‘El Gran Farini’: a pie por el Kalahari

Fue el primer hombre blanco que atravesó a pie el desierto del Kalahari. Se llamaba William Leonard Hunt y era conocido como El Gran Farini, su apodo como funambulista, acróbata y trapecista en los mejores circos de Estados Unidos y Gran Bretaña. Pocas personas han tenido una vida más apasionante que este hombre, nacido cerca de Nueva York en 1838. Artista, viajero, inventor y espía, murió a los 91 años en Michigan tras haberse convertido en una leyenda.

El Gran Farini fue también el primer hombre que cruzó sobre un alambre las cataratas del Niágara. Tenía 22 años y ya era popular por sus cualidades como funambulista que le permitían hacer peligrosas exhibiciones como andar sobre varios edificios con otro hombre cargado a sus espaldas.

Pero si hoy se recuerda a William Hunt no es por sus hazañas como prodigio circense o sus excentricidades sino por haber sido la primera persona de raza blanca que recorrió de sur a norte el desierto de Kalahari, de una extensión de casi un millón de kilómetros cuadrados, localizado en Botsuana, Namibia y Sudáfrica. El viaje, iniciado en junio de 1885, duró ocho meses en los que estuvo a punto de morir.

‘El Gran Farini’ comenzó su andadura en Ciudad del Cabo. Viajó hasta Kimberley, entonces una pequeña ciudad en el centro de Sudáfrica y capital de la industria minera. Allí contrató porteadores, compró carretas y se hizo con material de excavación porque el primer objetivo de su empeño era encontrar diamantes. No halló ninguno, pero llegó hasta el delta del Okavango en el norte de Botsuana. Cruzó más de 1.000 kilómetros de desierto, pudiendo sobrevivir gracias a la caza de antílopes y avestruces y sus reservas de agua.

Hunt partió de Kimberley con carretas tiradas por bueyes, acompañado de Lulú, su hija adoptiva, que en realidad era un niño que había acogido en Estados Unidos. Lulú tomó los apuntes y las fotografías que luego su padre utilizaría para hacer un relato del viaje, editado un año después de la aventura. Durante el recorrido, entablaron relación con los bosquimanos y otras tribus del Kalahari, que les dieron cobijo y víveres. Gracias a ellos, lograron sobrevivir. Fueron atacados por leones y Hunt se extravió durante dos días en el desierto, siendo salvado por sus porteadores, que le encontraron inconsciente.

El viaje fue provechoso porque El Gran Farini volvió con numerosos testimonios etnográficos, pieles de animales salvajes y los cuernos de varios rinocerontes que había matado. Pero lo que tuvo un mayor eco de su expedición fue el descubrimiento de una ciudad perdida en el Kalahari, enterrada bajo la arena, de la que sobresalían un templo y grandes bloques rectangulares de piedra.

Una vida intensa

A lo largo de las primeras décadas del siglo XX, muchos viajeros intentaron hallar esa ciudad perdida. También lo hizo la madre de Elon Musk, que tampoco encontró la misteriosa urbe milenaria. En 1964, un profesor llevó a cabo una metódica reconstrucción del periplo de ‘El Gran Farini’ y llegó a la conclusión de que esos bloques eran afloramientos naturales de un mineral llamado dolerita. La discusión sigue abierta.

Hunt fue muy popular en su tiempo por sus increíbles cualidades como artista que le empujaron a crear su propio circo. Trabajó también en el legendario Barnum y luego se dedicó a descubrir jóvenes talentos. Pero antes fue soldado y espía de la Unión. Él mismo se jactaba de haber conocido a Lincoln, a quien le expuso la invención de unos zapatos para andar sobre el agua. Su mente no descansaba nunca. ‘El Gran Farini’ fue también el inventor del espectáculo de un hombre lanzado por un cañón que funcionaba por un resorte mecánico. Fue considerado el mejor acróbata del mundo, compitiendo con el famoso Blondin.

Su vida privada fue igualmente muy intensa. Perdió a su primera mujer cuando ésta cayó desde las alturas en una exhibición en La Habana. Luego volvió a contraer matrimonio. Y adoptó a Lulú y a una niña birmana deforme llamada Krao, que carecía de nariz y tenía un cuerpo lleno de vello. Hunt la presentó como el eslabón perdido en la evolución humana, siguiendo las teorías de Darwin. Siempre le interesó lo raro e insólito desde que era un adolescente cuando su madre le cosía la ropa para evitar que se lanzara a nadar, la gran pasión que impulsó su afán de intentar siempre lo más difícil.

Published at Sun, 01 Oct 2023 11:42:33 -0600

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