Desde muy chicos buscamos aprobación u opiniones externas sobre lo que hacemos, especialmente de alguien con conocimientos mayores o con capacidad de ayudarnos a mejorar o darnos un feedback favorable. Y el trabajo, es probablemente el lugar donde más lo necesitamos.
Te levantas todos los días para ir al trabajo, haces lo que te solicitan y así pasan las semanas, los meses y hasta los años, pero nadie te dice “buen trabajo, lo estás haciendo excelente” o “estamos felices contigo” o entre otros comentarios positivos que podrían motivarte a continuar tu trabajo.
Cada día es igual al otro y estás conforme, pero te gustaría que alguien te comente cómo lo estás haciendo o te diera un par de consejos para mejorar.
La poca o casi invisible retroalimentación en los trabajos estanca y desanima a los trabajadores. Y aunque puede ser incómodo recibir comentarios negativos sobre el desempeño laboral, al mismo tiempo, es realmente necesario. Saber cómo lo estás haciendo o conocer qué puedes hacer mejor, es algo que motiva y desafía además te permite crecer profesionalmente.
En los lugares donde hay una cultura de retroalimentación (sea positiva o negativa), son significativas las mejoras en el desempeño y disposición de cada empleado, algo que se nota tanto en el ambiente laboral como en el crecimiento de la empresa.
La clave de la buena retroalimentación
Si en tu caso eres tú quien debe entregarle un feedback a quienes están a tu cargo, debes conocer algunos tips para que lo hagas de la mejor manera posible, porque sabemos que es una tarea difícil y que muchos la evitan para no herir los sentimientos de sus empleados.
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Nunca en público
Primero, es necesario establecer un canal de comunicación cómodo para ti y para tu empleado en el que le puedas entregar la retroalimentación. Puede ser frente a frente o por mail para que puedan tener tiempo de procesarlo. Una cosa importante, y que tienes que tener presente, es evitar las críticas inútiles y ofensivas. Si tienes críticas, que sean constructivas.
Algo que debes evitar son las críticas en público. La retroalimentación negativa frente a los compañeros de trabajo además de ser humillante no aporta al objetivo. Por eso, siempre debes mantener un tono de colaboración y demostrarle tu apoyo y respeto al trabajador.
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Aumenta la frecuencia
Ninguna persona se salva de cometer un error en su trabajo, es algo normal, y como jefe tienes que saber enfrentar estas situaciones. Si alguien que está a tu cargo comete un error es importante que se lo comentes, para que encuentren una forma de arreglarlo y evitar que vuelva a pasar.
Para hacer esto, no esperes más de 24 horas, porque puedes olvidar detalles. Además, es importante darle frecuencia a los comentarios para que todos se acostumbren a recibirlos y por ende mejore el ambiente laboral. Incluso, podrás crear un entorno en el que cada persona estará mucho más dispuesta a recibir y dar una opinión.
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Sin pelos en la lengua
Algunas veces tememos que nuestros empleados vayan a tomarse nuestro feedback de manera muy personal o que se sientan ofendidos, por lo que evitamos decir muchas cosas y buscamos ser lo más sutiles posibles con lo que decimos pero lo cierto es que los hechos deben decirse tal cual son.
Para que la retroalimentación sea efectiva, es necesario hablar con franqueza, lo que implica lograr un equilibrio en el que se pueda ser directo y amigable al mismo tiempo, de manera que el empleado pueda sentirse cómodo y a su vez favorecido por el feedback.
Es importante centrar las críticas en el comportamiento y no en la persona, la retroalimentación negativa es efectiva, pero hay que saber usarla sabiamente para no herir los sentimientos de quien la recibe.
